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Recogiendo lo que están dejando

Dedique diez minutos a uno de los sitios de nuestros proyectos en los suburbios del norte de Chicago y comprenderá rápidamente cómo y por qué Bulley & Andrews sobresale en este campo.

Es unánime: la comunicación y la planificación previa son claves para el éxito.

Aquí, los estilos de trabajo proactivos combinan perfectamente con una mentalidad anticipatoria y las mejores prácticas para crear un entorno que haga que el equipo de B&A opere al máximo rendimiento. ¿Cuál es el denominador común? Un equipo que está constantemente implementando y elevando metodologías y estrategias Lean.

Lo primero es lo primero
La ubicación y escala del proyecto exigieron un plan logístico con áreas de instalación precisas pero flexibles y rutas de transporte altamente coordinadas. Para dar una perspectiva, en el punto álgido de la excavación, un récord de 145 camiones accedieron al sitio en un solo día.

Mike Pentland, superintendente, desarrolló un plan logístico preliminar del sitio diseñado para minimizar el manejo de materiales y el desperdicio de transporte. El plan se basó en un conocimiento profundo de las leyes viales locales y las regulaciones IDOT. También refleja las reglas relativas al acceso al sitio.

A medida que se identificaron e integraron elementos adicionales del alcance, Laythen Fiege, capataz de mano de obra, y Pentland ajustaron el plan para dar cabida a los oficios que necesitaban acceso a áreas particulares del sitio. Permite que los materiales se coloquen más cerca de donde se utilizan. El plan se perfeccionó aún más para incluir un área de preparación fuera del sitio para dirigir el flujo de tráfico al sitio, un sistema para etiquetar y cubrir los vehículos con lonas para garantizar que no queden escombros en las carreteras y un almacén para almacenar artículos comprados previamente y de larga duración.

El equipo también adopta la evolución en lugar de un plan fijo. Están preparados para adaptarse a las demandas del trabajo y las condiciones predominantes. Tan pronto como se completa un alcance, el equipo pasa al siguiente paso, manteniendo el proceso fluido y adaptándose a los cambios para respaldar el progreso del proyecto.

Colin Quinn explica cómo la planificación previa es la clave para asegurarnos de que tenemos en cuenta todas las tareas.

Un ejercicio de equilibrio
El enfoque colectivo del equipo de campo es un delicado equilibrio entre la planificación previa y la recalibración para maximizar los recursos. Tomemos, por ejemplo, la grúa torre. Como señaló el capataz Collin Quinn: “La grúa torre es una ventaja increíble. Es uno de los mejores activos de este proyecto”. Él atribuye su uso como fundamental para el progreso constante y la eficiencia del equipo. El equipo siempre busca formas de capitalizar su uso. Si está disponible durante un período de tiempo determinado, descubrirán cómo aprovecharlo para beneficiar el flujo de trabajo. Eliminar este tipo de desperdicio y aprovechar los recursos asignados es Lean en su máxima expresión.

En el diario
Cada día comienza con una reunión de 20 minutos con el equipo de campo y los oficios para determinar qué se debe hacer y asignar tareas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada reunión diaria se informa mediante un informe que el equipo de campo de B&A realiza el día anterior. Aquí es cuando los miembros del equipo se toman el tiempo para pronosticar lo que estará "caliente" para el día siguiente y asegurarse de que no se pase nada por alto durante la reunión.

La planificación pull es indispensable en esta tarea y la dedicación del equipo para aprovechar todo su potencial es evidente. Las sesiones suelen tener lugar los martes a las 10 horas y duran aproximadamente una hora. Participan de seis a ocho oficios que comparten sus conocimientos, comentarios y experiencia. El equipo de campo de B&A le da crédito a los oficios por adoptar la práctica y sus contribuciones para generar ideas sobre cómo abordar mejor las tareas y los desafíos.

Una pizarra blanca (del tipo antiguo) y una pizarra inteligente (del tipo enorme) están en el centro de la órbita del proyecto. Se utilizan durante todo el día para realizar un seguimiento de las tareas y registrar restricciones. Los tableros son esenciales para ayudar al equipo a documentar, visualizar y comunicar lo que se necesita saber y/o suceder en un momento dado.

Conclusiones clave:

  • Nunca subestimes el poder de una buena comunicación. Reunirse, a veces tres o cuatro veces al día, y estar cerca elimina las lagunas de conocimiento, mantiene el proyecto avanzando y permite que el equipo haga su mejor trabajo.
  • Mirar hacia el futuro y planificar previamente marca la diferencia. El uso de una pizarra blanca y una pizarra inteligente es indispensable para respaldar esta práctica; siga el seguimiento y podrá abordarla.
  • Crear un entorno en el que el personal de gestión del proyecto y el equipo de campo estén juntos en el sitio es una estrategia ganadora. Promueve la interconectividad, apoya la toma de decisiones y proporciona acceso inigualable al conocimiento y la experiencia necesarios para llevar a cabo una tarea de esta magnitud. El equipo está de acuerdo: "No hay otra manera de hacerlo en un proyecto como este".